Es una de las llamadas "cartas pastorales", donde el anciano Pablo, preocupado por la ortodoxia de la doctrina y la unidad de la Iglesia (por el peligro de los gnósticos), urge a la fidelidad al Evangelio y da normas precisas para la buena marcha de la comunidad. El carácter conservador de las ideas expuestas y el estilo de la misma hace que algunos opinen que fue redactada en el siglo II y atribuida a Pablo para conferirla mayor autoridad.
Timoteo era natural de Listra, hijo de padre pagano y madre judía. A partir del segundo viaje sigue a Pablo, que le encomienda misiones importantes en Tesalónica, Corinto y Filipos. Es un hombre más bien tímido y es puesto al frente de la comunidad de Efeso, donde recibe dos cartas de Pablo. La recomendaciones de la carta se centran sobre la organización de la comunidad, la forma de combatir a los enemigos de la fe y la vida cristiana de los fieles.
Algunos aspectos doctrinales:
- La fe y la esperanza en Cristo mediador;
- la redención que lleva a cabo Cristo por amor a los hombres;
- la voluntad salvífica universal de Dios;
- la Iglesia como casa y pueblo de Dios;
- la Iglesia es columna y fundamento de la verdad;
- la Iglesia es una, santa, católica y apostólica.
ESTRUCTURA DE LA CARTA
Saludo (1,1-2)
Fidelidad al Evangelio (1,3 a 1,17)
Instrucciones pastorales (1,18 a 6,21)
Ultimas recomendaciones y saludo (6,20-21)
ALGUNAS "IDEAS" DE LA CARTA