CARTA DE SAN PABLO A LOS GALATAS
Es una de las cartas más personales y apasionadas de Pablo. La escribió para salir al paso de una situación de crisis en las comunidades de Galacia. El alcance de la carta supera en mucho los problemas locales de una comunidad, estaba en juego la esencia y el futuro del cristianismo, era "volar" con el Evangelio de Cristo o convertirse en una simple secta judía.
Hacia el año 55, Le llegan a Pablo, que se encontraba en Efeso, noticias de que las comunidades de Galacia se hallan inmersas en una grave crisis de identidad cristiana. Unos predicadores del evangelio desde fuera ponen en entredicho la validez y legitimidad del anuncio evangélico de Pablo, que es acusado de falsario, de ser un mini-apóstol y predicar un evangelio mutilado. Los agitadores dicen que el verdadero evangelio es el de los apóstoles de Jerusalén, el evangelio que manda observar la Ley de Moisés, incluyendo la circuncisión, son los llamados "judaizantes". Es un problema que surgía frecuentemente en las primeras comunidades cristianas.
Es esta una carta muy polémica, de un estilo agresivo que busca golpear al adversario donde más impacto le puede hacer. Maldice y apostrofa con violencia (5,12); recrimina sin respetos humanos (2,14); ruega con dulzura (4,12) y aunque les llama insensatos (3,1) aún le queda sitio para la ternura (4,19).
CONTENIDO DE LA CARTA:
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