SEGUIDORES DE SAN PABLO

Quien sigue a un LIDER, es porque busca el mismo ideal que sigue el LIDER, con esto podemos iniciar el tema DE LOS SEGUIDORES DE SAN PABLO.
Todo aquél que se consideró (en los años 50 a los 67) y se considera en la actualidad un seguidor de San Pablo, es porque tiene la mirada fija en aquel que lo llamó primero para hacerlo discípulo Suyo, el mismo Cristo Jesús.
Esto es que, toda vez que escuchamos a San Pablo, quedamos envueltos en el más apasionante acercamiento que tuvo con el resucitado, y por lo mismo, no podemos quedar indiferentes ante su condición Farisea a la de Convertido, muchos que lo seguían, al principio le tenían miedo, por su fama que había sembrado entre los primeros seguidores Cristianos, más su testimonio de conversión les hizo cambiar.
Si nuestro deseo es querer profundizar en la espiritualidad de un convertido a Jesús, no debemos pasar por alto a San Pablo, ¡debemos seguir los pasos de quien se dejó seducir por el amor inmenso de Dios!, para darlo a conocer con la fidelidad y en sus exigencias más puras de un predicador de su evangelio.
Después de la Resurrección de Cristo y cuando comenzó a difundirse la Iglesia, la misma adhesión de seguidores que había logrado Juan el bautista, la obtenían los apóstoles. Tanto es así que, en su primera epístola a los Corintios, Pablo ha de protestar enérgicamente por aquellos que enarbolan su nombre como si fuera el jefe de una secta y lo oponen a los que son partidarios de Pedro o de un tal Apolo, predicador cristiano de Alejandría. Escribe: " Cuando uno dice 'Yo soy de Pablo', el otro 'Yo soy de Pedro', el otro 'Yo de Apolo', ¿acaso no está procediendo como lo haría cualquier hombre? " " Después de todo -continúa ¿quién es Pablo? ¿quién Apolo? ¿quién Pedro? Simples servidores, por medio de los cuales ustedes han creído ." " Pero, el fundamento, es Jesucristo. " " Pablo, Apolo o Pedro, el mundo, la vida, la muerte, el presente o el futuro. Todo es de ustedes, pero ustedes son de Cristo y Cristo es de Dios ".
Para finalizar, entonces debemos entender, que sólo debemos hacernos UNO con Cristo, y que nuestros modelos de apostolado, son sólo humildes servidores que dieron testimonio de aquél que los llamó primero y que nos invitan a creer en Cristo. Por lo tanto ahora nos resta reflexionar en algo:
¿Soy del grupo de?, o ¿soy de la religión de?, o ¿soy seguidor de?, o ¿SOMOS DE CRISTO?.
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