
¿TRANSFONDO DE LA PERSONA SE SAN PABLO Y SU MARTIRIO?
Es Pablo de Tarso, quien reconoce que Jesús es Dios. Este asunto es muy importante, pues la mayoría de los apóstoles, definían a Cristo como el Mesías, el hijo de Dios. Pero con una acepción alejada de la de una Divinidad propia. Pero es Pablo, quien le da el carácter Divino ( kirios ), tal y como mas adelante se llamará a una de las personas de la trinidad. ( KIRIOS IHSOTS KRISTOS ).
Recoge Pablo, una corriente de evangelización, que podría llamarse Cristianismo Apostólico. Pero de ninguna manera era Universal, ni Romano. Es el impulso de Pablo, el que da la Catolicidad y Romancidad al movimiento. Al hacerla religión de los gentiles, le abre la puerta a la capital del Imperio. Y al separarla del judaísmo, obtiene esta nueva religión, un vigor extraordinario.
La catolicidad la obtiene de la consideración de que ésta , es la única religión verdadera. Que fuera de ella no hay salvación, y por lo tanto, recibe de Cristo una vocación de universalidad.
En la epístola a los Gálatas (1 ,10), presenta Pablo la epistemología de su evangelio. Y cómo sintió la presencia del Señor, sin conocerlo.
Fanático de la ley judía, y ahora transformado en el gran León de Dios, y apasionado del cristianismo. Sabía Pablo de sus propios alcances. La comunicación con el Señor a través de su visión, lo hizo sentirse, en un plano superior al de los demás apóstoles.
A instancia de Bernabé, Pablo emprende su misión de difundir el evangelio entre los gentiles del Asia menor y de Grecia. Elimina el mensaje nacionalista mesiánico de los judíos, y hace énfasis en la idea de Cristo. El encargado de la salvación de todos los hombres.
Con ello, el camino para convertir el cristianismo, en religión autónoma se había dado.
Había expresado sus deseos de llegar a Roma, lo cual posiblemente se cumplió en el año 63. Al parecer, después visitó las comunidades de Oriente. Volvió a ser apresado en Roma durante las persecuciones de Nerón. Fue sentenciado a muerte, por lo que fue decapitado el 29 de junio del año 67. Por tener la ciudadanía romana, gozó del privilegio de la decapitación, ya que el suplicio de la cruz estaba destinado a quien no era romano. Según la tradición, la cabeza rodó por el suelo y lo golpeó tres veces, y de allí donde chocó, surgió una vía de agua. Fue enterrado en la vía Ostiense de Roma.
La apertura de la Alianza con todos.
Las últimas palabras de Pablo en la capital del Imperio, escritas en los Hechos de los Apóstoles, son un apelo a los judíos. Al final de su misión, Pablo el Apóstol de las Naciones, según las voluntad de Dios, no quiso olvidar ni siquiera al “más pequeño de sus hermanos”. “A causa de esta esperanza llevo estas cadenas”: Pablo, de frente a cuanto ha vivido, lanzó una última y vibrante apelación a la conversión por parte de su pueblo: en Cristo la Alianza de Dios está abierta, de ahora en adelante, a todos.
La muerte de Pablo no fue el final: al contrario se trató del desarrollo del Cristianismo y de la Buena Nueva, llevados por todas partes por testigo del Resucitado, que se transformó a su imagen en “Luz de las naciones” (Is 49, 6; Hch 13, 47)
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